Mi gurú esta de suerte y este año por fin acertó lo de mis vacaciones, este año tengo una semana y me voy a Sigüenza, mitad del autobús del inserso y mitad ya como yo de la treintena para arriba. Viven en una constante bacanal feriante, se sienten afortunados, lo saben, lo palpan y no dudan en restregártelo al pedir a bombo y platillo un ribera del Duero al lado de tu don simón, en la terraza del bar, como niños mal criados, asalvajados por los años, a fin de cuentas son semidioses, son jubilados. Mi gurú seguro que algún mes “a poder ser de este año le pido”, acierta con lo del trabajo, hubo uno que no fallo y estuve dos semanas repartiendo publicidad entre los limpia parabrisas de los vehículos y con cargo y todo, mochilero-buzeonador, que no es moco de pavo. Nunca e vivido momentos tan místicos y espirituales como este, como decía mi gurú, sin luz, sin agua caliente, sin lujos mundanos, “como ir al burger o pedir una pizza por teléfono”, las tiendas de velas hacen su agosto y dentro de su candil….pues válgame un deber hacen su apaño. Lo que llevo mal es lo de no poder leer entre el duermevela de la noche metidito en mi cama, pero quizás peco de rimbombante y en las noches de insomnio suelo bajar a la farola de la plaza del pueblo a devorar mis quince o veinte paginas, hasta que el estado de vigilia pasa a su transmutación. M gurú esta en racha y a sido benévolo, como el gran buda de la compasión infinita y este invierno una vez por semana me dejaba media hora de agua caliente, que momentos, que recuerdos, que nostalgia mundana. Este año mi gurú vaticino mas unión entre las gentes de bien y es cierto las piedras de la pedriza están colmadas de toallas, neveras portátiles, niños, abuelas, suegras, perros y perras, disfrutando en comunión de sus aguas, de su sol, de sus miserias vanas, guardadas bajo llave como si de un delito se tratase, como si fuese un delito seguir viviendo de parte de la pensión de la suegra, me trae a los oídos el eco de la otra orilla pétrea. Mi chaman y mi chamizo, dicen que es bueno mirar hacia atrás, mirar a los que están peor que uno, dicen por los mentideros que alivia y da consuelo al alma, que uno se siente mejor e incluso afortunado. A mi en particular me da ardor de estomago, quemazón, pena que desemboca en acidas lagrimas que descomponen mi rostro. Mi gurú no debe de saber aquel proverbio chino que dice lo siguiente: Cuando cabalgues sobre una muralla nunca mires hacia atrás. A mi me gusta la idea de que el ser humano no aprenda a sobre-vivir si no a vivir, estoy buscando quien lo pueda colgar por los mentideros, como idea a la que al menos se le de el beneplácito de la duda. Soy un gran defensor de la raza humana, creo mucho en su potencial subyacente, pero los hilos de quienes mueven el mundo pasaron de ser sedal a gruesas trenzas de acero. Lo del pueblo unido por cuatro duros será vendido nos indigno, fuimos indignados y nos molieron a palos para que aun fuera mas indigno. Mi gurú esta de suerte como los jubilados, ya tiene chalet, sauna y piscina y yo en mi país cinco millones de indignados, que suma y sigue sin ir restando, por querer seguir el disfrute de los placeres mas mundanos.
