
En tu cama estas dormida
como lucero a media hasta
en la mía refugiada en la orilla
como un ancla como un naufrago con rumbo
partidas que duelen ya son mis achaques
mis mustias y lánguidas manos
ya no son las de antaño
y los pensares vacíos de recorrido
memoria de pez y pies de elefante.
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