YODO Y LAVIA

Ahora en la época del amor virtual y físico
mi camino reluce cada vez más impuro
un camino encauzado a la melancolía involuntaria
a un amasijo de hierros en el desierto
a un sin fin de sueños por soñar
y en ninguno por hallar nada
a un sin vivir viviendo
al desamparo obligado, a la parada en marcha
a cantar desnudo mientras llueve en la plaza del parque
a todo y a nada a doble cara y mil cruces
a vestirse por el simple gusto de una sociedad
un ying y un yang pactados, trucados
a una muerte anunciada
dibujada en la puerta del vado del cementerio
con pincel de pelo y pintura yodada.