La verborrea del pobre, la astucia del malvado
La sociedad auto impuesta, por los clanes del legado
Un hombre en la piscina, con tubo y pies de pato
Una amiga, una anécdota, un sillón de relajo
Un cigarro siniestro, un pc maniatado
Flores que no marchitan, tulipanes a los que se les sacude el polvo
Sí el dinero besos, sí el cambio vida
Si del caudal arrozales, con los que patear la rutina
Los coches a pedales, algodón de azúcar, unas risas
Si el mas gruñón el oso, que el hombre amansa con la medicina
Si el ser paliativo, fuera el dogma de mi disciplina
El ahorro de mis lagrimas, el sudor del alquimista
El taxista desmembrado, por las fauces de un suicida
El agua con hielo falso, de donde yo me nutria
Limpiar las formas del poeta, del que no goza letargo
Hablar por no sellar la boca, besar por no secar los labios
Comer del plato que no sacia, leer la boca del sabio
Rezar al dios de las uvas, y gozar de su sangre, tinto o blanco
Pescar peces que no saben, que han sido pescados
Mirar como nos amanece, observar el cristal liquido
Come de mi mejilla, en mi piel tendrás abrigo
Cuídame como tu solo sabes, y soñare con ser lo que soy
Si el corte del bisturí nos vale, olvídate en que ocuparnos
Si las malas lenguas crecen, la hoz viene sesgando
Si nos coje el amanecer temprano, coje mi pluma y sigue soñando
Aun sin mi sangre, aun si la curativa ternura
Estimare la mayor de las morfinas, que es tu locura
Aun sin vida, sin sueño errante, galopare sin sangré con mi armadura.